Y cuando vio las multitudes, subió al monte; y
después de sentarse, sus discípulos se acercaron a El.Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:
Habéis oído que se dijo: "AMARAS A TU PROJIMO
y odiarás a tu enemigo." Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de
vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? Y si
saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? Por tanto, sed
vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.
(Mateo 5: 1-2, 43-48